¡Vamos a estudiar juntas! Estudiar es más fácil y más divertido si lo haces con tu mejor amiga... ¡Lo importante es ayudarse las unas a las otras!
Caminar, jugar, hacer deporte, charlar... ¡Hay mil cosas que puedes hacer con tu mejor amiga! Y cada actividad, llevada a cabo juntas ¡se vuelve más atractiva!
El primer paso para poder estudiar junto con tu amiga preferida es convencer a tus padres. Debes prometer que realmente vais a estudiar juntas, sin perder mucho tiempo con juegos y risas. Para ello, lo mejor es estudiar en un lugar donde un adulto os pueda ver, ¡y no encerrarse en tu habitación! Luego, debéis decidir juntas cómo organizar vuestro tiempo entre estudio, actividades de ocio y tentempié.
¡Despierta! El estudio es más eficaz si te tomas pequeños descansos cada 40-50 minutos. Usa una alarma para que te avise cuando llegue el momento de parar o ¡de volver a tus libros y cuadernos!
¿No eres capaz de estudiar en grupo? Estudiar juntos es mejor si eres una chica "colaboradora"... Por el contrario, es más difícil estudiar con alguien si es "competitiva", es decir, si por encima de todo le gusta ganar. Para ese tipo de chica, de hecho, el estudio es como todo, ¡una carrera que ella quiere asumir el liderazgo y ganar solita!
¿Qué hacer durante los descansos? Puedes hacer lo que quieras, ¡pero no hay nada mejor que mover tus pies! ¡Puedes escuchar música y bailar, saltar, o hacer gimnasia! Eso reducirá tu estrés ¡y podrás volver a los libros con la mente despejada!
¿Cuáles son las ventajas? Al estudiar juntas, alternando el estudio y el descanso, ¡conseguirás estudiar antes de que te des cuenta! Si tienes alguna pregunta, puedes jugar a "alumnos y profesores." Una de vosotras, hace preguntas y escucha a la otra repitiendo la lección. Si una de vosotras no puede concentrarse, la otra puede ayudar. Por ejemplo, podéis leer en voz alta uno de los libros de texto mientras la otra le sigue ¡y luego cambiar!
Pero ¡cuidado! Si las dos sois perezosas o distraídas, ¡las oportunidades de perder el tiempo se multiplicarán! ¿Y si tus padres se dan cuenta? ¿Qué pasa si te prohíben ver a tu amiga y que estudiéis juntas? Mejor no correr el riesgo, ¡sería una pena!